HAGO EJERCICIO, PERO NO BAJO DE PESO!


Hacer ejercicio y alimentarte saludablemente es definitivamente la mejor decisión que puedes tomar si quieres vivir muchos años sano, sin embargo ocurre muchas veces que vas al gym, todos los días y sin embargo la balanza no muestra cambios, esto puede ser normal durante las primeras semanas, pero si la situación continúa, ¿qué puede estar ocurriendo?

Cuando iniciamos algún tipo de deporte o actividad física, es necesario darle un tiempo a nuestro cuerpo para que se adapte a éste cambio. Durante las primeras semanas nuestros músculos acostumbrados a estar en permanente reposo sufren una serie de procesos de inflamación que pueden manifestarse como retención de líquidos y finalmente aumento de peso, pero qué podría estar sucediendo si ésta situación no cambia después de algunas semanas?

Aquí algunas causas importantes para tener en cuenta:

1. Comes muy poco
Contrario a lo que puedas creer, comer muy poco puede causar que tu metabolismo poco a poco se vaya haciendo más lento.

2. No desayunas
Desayunar, "activa" nuestro metabolismo, además de disminuir la sensación de apetito durante el resto del día.

3. Eliminaste totalmente los carbohidratos.
Una dieta balanceada debe ser la mejor opción, más aún si estás realizando ejercicio. Quitar los carbohidratos o "harinas" de la dieta, hará que te sientas muy cansado y el cuerpo tenga que utilizar energía proveniente de la masa muscular y no de la reserva grasa.

4. Cenar sólo fruta
Comer mucho ó muy poco en la noche es malo. la cena debe ser un alimento que complementa y cierra nuestras necesidades diarias, por lo que debe ser completa, en cantidades adecuadas.

5. Exceso de "grasas buenas"
Confiados en su excelente valor nutricional, podemos optar por consumir grandes cantidades de grasas buenas como pecanas, nueces, almendras, etc; las cuáles tiene un elevado valor calórico también.

6. Licuados y batidos.
Los jugos y licuados "detox", tan de moda, pueden tener mayor cantidad de calorías y azúcar que una comida cualquiera, además de proporcionar glucosa de muy fácil absorción, que dispara nuestra curva de insulina.

7. No dormir lo suficiente
Numerosos estudios demuestran una asociación entre obesidad y falta de horas de sueño, por lo que se aconseja un sueño tranquilo de por lo menos 6 horas sin interrupción.

8. Existe alguna alteración metabólica
Si crees que todo lo anterior está correcto, entonces es momento de hacer algún descarte de enfermedad metabólica.

9. Demasiado estrés y demasiado ejercicio.
Cuando sometemos a nuestro cuerpo a un exceso de entrenamiento, sumado al estrés ya cotidiano, existe liberación de una hormona llamada cortisol, conocida como la "hormona de estrés", que hará casi imposible la pérdida de peso. Tu cuerpo necesita descansar y reponerse.

Recuerda que la pérdida de peso debe ser un proceso gradual y saludable
No vale la pena perder muchos kilos en 1 mes, si luego serán recuperados en menos tiempo.
Perder 300 a 500 gramos por semana puede ser un objetivo a cumplir, siempre y cuando seamos constantes y conscientes de nuestro cambio en estilo de vida.

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